La historia se construye con momentos en los que las palabras abren caminos donde parecía no haber salida. Este 22 de septiembre, la sede de la ONU fue el escenario de uno de esos momentos: la Conferencia Internacional de Alto Nivel para el Arreglo Pacífico de la Cuestión de Palestina y la Implementación de la Solución Biestatal.
Por primera vez en mucho tiempo, el debate sobre la paz no fue un concepto abstracto. Se pusieron las cartas sobre la mesa, y países de distintas regiones y tradiciones políticas expresaron claramente que el reconocimiento del Estado palestino no es un gesto simbólico, sino un paso esencial para la justicia y la estabilidad en el Medio Oriente.
Los discursos fueron contundentes. Indonesia recordó que Palestina ha esperado demasiado por su independencia y exigió un calendario concreto para avanzar hacia la paz. Colombia, por su parte, subrayó que no habrá reconciliación sin justicia y que la ONU debe transformar las resoluciones en acciones tangibles. Francia, Bélgica, Portugal y Canadá, entre otros Estados, anunciaron oficialmente el reconocimiento de Palestina, un acto que, aunque cuestionado por algunos, abre una nueva etapa en el escenario diplomático.
📢 El eco en las calles y en el mundo
Lo más inspirador de este debate en Naciones Unidas es que no ocurrió en el vacío. Se alimenta de un clamor mundial que ha crecido en intensidad durante los últimos meses:
- En el ámbito social: Más de 300,000 personas marcharon en Londres, cerca de 200,000 en Berlín, y cientos de miles en ciudades como Nueva York, París y Madrid. Estas movilizaciones, consideradas las más grandes en décadas en apoyo a la causa palestina, exigen un alto al fuego y justicia.
- En el activismo global: Movimientos como Save Gaza, Viva Palestina y Danza por la Paz Mundial han organizado campañas digitales que llegan a millones de personas. Estas iniciativas han logrado recolectar recursos humanitarios y generar una presión política en gobiernos que antes eran indiferentes.
- En el deporte: Jugadores de fútbol de ligas europeas y latinoamericanas han mostrado brazaletes negros o camisetas con mensajes de solidaridad, demostrando que el deporte también es un escenario para la dignidad.
- En el arte y la música: Murales en ciudades como Ciudad de México, Londres y Estambul, así como conciertos benéficos y producciones audiovisuales, se han convertido en voces colectivas que denuncian la violencia y celebran la esperanza de paz.
- En el ámbito académico: Universidades como Harvard, la Sorbona y la UNAM han sido el escenario de foros, manifiestos y cartas abiertas que demandan el cumplimiento del derecho internacional y sitúan la ética en el centro del debate.
🌱 Un despertar de la conciencia humana
Lo que se observa es un fenómeno que trasciende a Palestina: un despertar de la conciencia de la humanidad. Las nuevas generaciones, los pueblos originarios, las comunidades migrantes, los artistas y los líderes de opinión coinciden en algo esencial: la paz no se logra con indiferencia, sino con acción y compromiso.
Más allá de los matices y desacuerdos, los representantes de las naciones se están escuchando en sintonía con un planeta que se ha puesto de pie. En un mundo fragmentado por guerras y tensiones, esto es un avance invaluable.
Aunque aún falta mucho para que la solución de los dos Estados se haga realidad, la semilla ha sido sembrada. El consenso internacional se fortalece, la sociedad civil resuena y, con ello, crece la esperanza de que la paz sea más que una utopía.
✊ Llamado final
No podemos claudicar. No puede haber tregua en un mundo que, como recordó el presidente Gustavo Petro, está controlado por apenas el 1% de la población mundial. No basta con ser observadores pasivos: cada persona debe poner su granito de arena.
Los políticos deberán hacer su parte, pero la sociedad despierta tiene que redoblar esfuerzos. Desde una marcha, una creación artística, una acción solidaria o un gesto cotidiano, todo suma en la construcción de un futuro en el que podamos sobrevivir y florecer como especie humana.
La paz no será un regalo, será una conquista colectiva. 🌍✨