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"El Día que el Sol se Apagó"

y el Fuego Nuevo que Hoy Queremos Encender

Toxcatl: El Día que el Sol se Apagó... y el Fuego que Hoy Queremos Encender

Cada pueblo tiene una herida que marca su historia, una fecha que no puede ni debe ser olvidada. Para la Nación Mexica, ese día es Toxcatl, cuando el sol se apagó en pleno centro del mundo.

Corría el mes de mayo de 1520. Durante la celebración sagrada en honor a Huitzilopochtli y Tezcatlipoca, mientras los guerreros, sacerdotes y danzantes mexicas ofrendaban su devoción en el Templo Mayor, los españoles —invitados como testigos— desenvainaron sus armas y desataron una masacre. No sólo asesinaron a los portadores del rezo, también prendieron fuego al Templo, el corazón espiritual de la gran Tenochtitlan.

Pero fue algo más lo que se rompió aquel día.

Las fuentes indígenas, como la Tira de Tepechpan y el Códice Florentino, revelan que Moctezuma II fue asesinado por los invasores, interrumpiendo el eje cósmico que mantenía el equilibrio del tiempo, del territorio y del universo mexica y de todo el continente americano especialmente en los pueblos originarios del Anáhuac y el Tawantinzuyu . Fue el comienzo de una larga oscuridad. Un ciclo de despojo, silenciamiento, dolor y olvido que ha durado cinco siglos.

Hoy, en este tiempo sagrado en que conmemoramos 7 siglos de la Fundación de México-Tenochtitlan, la Nación Originaria Mexica no clama por venganza, sino por consciencia. Llamamos a los pueblos originarios del mundo y a toda persona de corazón despierto a mirar de frente la historia, no para quedarnos en el dolor, sino para sanar sus raíces más profundas y a prepararnos para la construcción de un Nuevo Sol a partir del 2026.

Porque no puede haber paz verdadera sin memoria.

Y no puede haber memoria viva si no nos compromete a transformar el presente.

Por eso, este 17 de mayo, a sólo días del aniversario de la matanza de Toxcatl, los pueblos se pondrán de pie danzando. Convocamos a la humanidad entera a sumarse a la Danza por la Paz Mundial, una ceremonia planetaria donde cada comunidad danzará desde su localidad, tejiendo un gran rezo en movimiento por un mejor futuro.

La danza no es sólo memoria:

  • Es medicina.
  • Es justicia.
  • Es reconciliación.

Y hoy, como ayer, el fuego sagrado necesita portadores de esperanza. Personas capaces de pacificar sus propias guerras internas: rencores, envidias, divisiones. Si queremos un mundo nuevo, debemos comenzar por dentro, armonizando nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestras acciones.

Porque Toxcatl no sólo representa el día que se apagó el Sol, sino también la posibilidad de encender un nuevo fuego colectivo. Un fuego que no queme, sino que ilumine.

  • Este llamado no es político.
  • Es espiritual.
  • Es ancestral.
  • Es urgente.

A ti que lees esto:

Te necesitamos danzando. Te necesitamos sanando. Te necesitamos rezando.

Que esta vez, cuando se escuche el tambor, no corra la sangre.

Sino que se eleve la conciencia de todos.

Fraternalmente,

Círculo de Abuel@s de Sabiduría Ancestral


La Profecía del Vuelo del Águila y el Cóndor