El Gran Reordenamiento Planetario y la Ascensión del Corazón Solar
🌎 El Fin de los Tiempos No es Destrucción, sino Transformación
Vivimos el ocaso del Quinto Sol, el Sol del Movimiento (Nahui Ollin).
No es el fin del mundo, sino el fin de una forma de comprenderlo.
La Tierra se purifica, el Sol incrementa su fuego, y los elementos se reordenan.
Los sabios del Anáhuac sabían que cada fin de era es también un nuevo amanecer cósmico.
En sus códices y relatos dejaron constancia de que cuando el Sol cambia su rostro, la humanidad debe cambiar su corazón.
Hoy, ese tiempo ha llegado.
Las llamaradas solares, los movimientos telúricos y los cambios sociales no son señales de destrucción, sino de renovación.
El Universo nos invita a sincronizar nuestra vibración con el latido de la Tierra y el Sol, preparándonos para una nueva forma de vida más consciente, más humana, más divina.
🔆 El Gran Año de Tonatiuh: el Ciclo de 26,000 Años
El cierre del Quinto Sol coincide con el final de un ciclo cósmico mayor:
el Gran Año de Tonatiuh, el movimiento de precesión de los equinoccios, que dura cerca de 26,000 años.
Es el tiempo que tarda la Tierra en completar un giro completo de su eje frente a las estrellas, un verdadero reloj galáctico.
Para los sabios del Anáhuac, cada Sol representaba una fase de la evolución espiritual de la humanidad dentro de ese gran movimiento.
Así como el día se renueva con el amanecer, los soles se suceden unos a otros para mantener el equilibrio entre la Luz y la Materia.
El Quinto Sol, que ahora agoniza, fue el tiempo del movimiento y del conflicto;
el Sexto Sol que nace será el Sol de la Consciencia Solar, donde la humanidad aprenderá a vivir desde el corazón iluminado y en unidad con la Creación.
🌾 La Purificación Planetaria y la Separación del Yuyo y el Trigo
Cada cierre de ciclo implica una purificación planetaria.
La Tierra, como un ser vivo, elimina de su superficie las energías densas que impiden su ascenso vibracional.
Este proceso, visible en la naturaleza y en la humanidad, no es castigo, sino reajuste divino.
Las antiguas profecías hablan de la “separación del yuyo y el trigo”.
No se trata de juzgar, sino de ordenar vibraciones: cada alma se sintoniza con la frecuencia que ha cultivado.
Las conciencias que vibran en amor, humildad y servicio se elevarán naturalmente hacia planos de mayor luz;
las que aún no han despertado continuarán su aprendizaje en mundos más densos, donde la dualidad sigue enseñando a través de la experiencia.
El fuego solar no destruye: refina.
Es el crisol que revela el oro del espíritu oculto en cada corazón humano.
De ese fuego sagrado surgirá una nueva humanidad: el trigo dorado del Sexto Sol.
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✨ La Ascensión del Corazón Solar
En el corazón del proceso se encuentra el Cristo Solar, símbolo del Amor universal que armoniza todas las fuerzas.
Su enseñanza está viva en cada tradición que recuerda el equilibrio entre el espíritu y la materia.
A su derecha se ubican las almas que ya despertaron la llama interior —los “aprobados” que han aprendido a amar y servir sin ego—, y que pueden ahora ascender hacia dimensiones donde los dones divinos se activan: visión interior, palabra creadora, sanación, telepatía, y comunión directa con la Luz.
A la izquierda quedan las almas que aún necesitan aprender el dominio de sí mismas.
No son condenadas: continúan su evolución en planos donde el amor se aprende paso a paso.
De este modo, la separación cósmica es un acto de amor y protección universal: sería peligroso que quienes aún no dominan sus emociones o pensamientos accedieran a planos donde la energía responde instantáneamente.
El Cristo Solar no juzga, ordena.
A su derecha, la Luz que asciende; a su izquierda, la Luz que se prepara.
Ambas forman parte del mismo cuerpo divino en proceso de perfección.
☀️ El Nacimiento del Sexto Sol
El Sexto Sol no desciende desde el cielo: nace dentro del corazón humano.
Cada alma que logra equilibrar su luz y su sombra se convierte en un nuevo amanecer del cosmos.
Será el Sol de la Consciencia, del Amor Universal, de la Unidad.
En él, los pueblos volverán a recordar su origen estelar, su hermandad con los elementos y su deber sagrado con la Tierra.
Los sabios lo llamaron Tonatiuh Ihuan Tlalticpac Tlatlauhqui —el Sol Dorado sobre la Tierra—, porque su resplandor no viene solo del astro, sino del despertar de millones de corazones encendidos por la Verdad.
🕊️ Llamado Final: Hijos del Sol, Despierten
Hijos del Sol, este es el momento del gran despertar.
Las señales del cielo y de la Tierra anuncian que el portal está abierto.
No teman a los cambios: abrácenlos con gratitud.
No huyan del fuego: dejen que los purifique.
Cada pensamiento amoroso, cada palabra justa, cada acción en favor de la vida es una chispa que ayuda a nacer al Sexto Sol.
Reúnanse, oren, danzen, siembren, sanen, compartan, porque el nuevo tiempo ya comenzó, y el Cristo Solar aguarda en el corazón de cada uno.
El Sexto Sol está amaneciendo.
Que su luz nos encuentre unidos, despiertos y en paz.
Ometeotl.